El pueblo sufre y pregunta: “¿Qué hacer
para salir del atolladero?”.
Reconocer y proclamar que cada cual
tiene ante todo el derecho de vivir, y que la sociedad debe repartir entre todo
el mundo, sin excepción, los medios de existencia de que dispone. Obrar de
suerte que, desde el primer día de la Revolución, sepa el trabajador que una
nueva era se abre ante él; y que en lo sucesivo nadie se verá