NÉSTOR MACKNO CONTRA EL RACISMO Y LA XENOFOBIA

Las fake news para conducir la opinión y dañar la imagen del adversario o la adversaria política, siempre han existido, así por ejemplo las difamaciones contra Bakunin que empezó la policía política zarista y siguió Marx, no han parado hasta hoy. Tres cuartos de lo mismo sucede en muchos otros casos. Este texto de Piotr Arshinov disipa cualquier sombra que pueda arrojarse sobre Néstor Mackno y su sincera beligerancia contra el antisemitismo.
 
 

En su calidad de movimiento revolucionario de las clases pobres de la ciudad y del campo, la macknovstchina era contraria, en principio, de toda religión y a toda deidad. Entre los movimientos sociales modernos, la macknovstchina fue uno de los poco numerosos que no se interesó en absoluto ni en su religión ni en la del vecino, ni en su nacionalidad ni en la de los demás, respetando ante todo el trabajo y la libertad del trabajador.

Esto no impedía que los enemigos del movimiento tratasen de desacreditarlo en ese punto de vista. Tanto en la prensa rusa como en el extranjero, la macknovstchina fue a menudo descrita como un movimiento limitado, extraño a las ideas de fraternidad y de solidaridad internacional y hasta contagiada de antisemitismo. Nada más criminal que semejantes calumnias. A fin de poner en claro este aspecto de la cuestión, citaremos aquí algunos hechos basados en documentos que tienen una relación con el asunto.

Revolucionarios de origen judío, de los cuales muchos habían sufrido trabajos forzados a causa de su participación en la revolución de 1.905, o habían sido obligados a emigrar a la Europa occidental o a América, desempeñaron un papel importante en el ejército macknovista. Citaremos entre otros:

Kogan: vicepresidente del órgano central del movimiento, el Consejo regional militar revolucionario de Gulai Polé. Kogan era un obrero que había abandonado su fábrica mucho antes de la revolución de 1.917 por razones de orden moral y se había entregado al trabajo del campo en una pobre colonia agrícola judía. Herido por las tropas de Denikin en la batalla de Peregonovka (cerca de Uman), fue arrestado en el hospital de Uman, donde se reponía de sus heridas, y, según dijeron testigos presenciales, asesinado.

S. Zinkovsky (Zadof): jefe del destacamento de exploradores y después comandante del regimiento especial de caballería. Había sufrido antes de la revolución una condena de diez años de trabajos forzados por un delito político. Fue uno de los agentes más activos de la insurrección revolucionaria.

Elena Keller: secretaria de la sección cultura y de instrucción del ejército. Obrera que había tomado parte en el movimiento sindicalista de América del Norte y después en la organización de la Confederación Nabat de Ucrania.

José, El emigrado (Gottmann): obrero, miembro de la sección de cultura y de instrucción del ejército. Tomó parte activa en el movimiento anarquista de Ucrania. Fue uno de los organizadores de la Confederación Nabat y ulteriormente, miembro del secretariado de la misma.

J. Aly (Sukovolsky): obrero, miembro de la sección de cultura y de instrucción del ejército; sufrió en los tiempos del zarismo una condena a trabajos forzados por un delito político. Fue uno de los organizadores de la Confederación Nabat y ulteriormente, miembro del secretariado de la misma.

Podríamos agregar aún muchos otros nombres a la larga lista de judíos que tomaron parte en las diferentes manifestaciones del movimiento macknovista, pero preferimos abstenernos por razones de precaución.

En el seno mismo de la insurrección revolucionaria la población judía laboriosa tomaba una parte activa y ocupaba un rango verdaderamente fraternal.

Las colonias agrícolas judías diseminadas en los distritos de Mariopol, de Berdiansk, de Aleksandrovsk y en otros puntos, participaban activamente en las asambleas regionales de campesinos, obreros e insurrectos, y enviaban a ellas sus delegados, así como al Consejo militar revolucionario regional.

Viendo que se habían producido casos de antisemitismo en la región, Mackno propuso, en el mes de febrero de 1.919, a todas las colonias judias que organizaran milicias para su propia defensa y les proporcionó fusiles y municiones en cantidad suficiente.

Hacia la misma época fue organizada una serie de mitines en la región, en los cuales Mackno hizo un llamamiento a las masas para la lucha contra el antisemitismo.

La población laboriosa judía, a su vez, profesaba hacia la insurrección revolucionaria sentimientos de profunda solidaridad y fraternidad revolucionaria. A la invitación hecha por el Consejo revolucionario militar para proveer de combatientes voluntarios al ejército de los insurrectos macknovistas, las colonias judías respondieron enviando gran número de reclutas.

En el seno del ejército macknovista existía una batería servida exclusivamente por artilleros judíos, cubierta por un destacamento de infantería formado también por israelitas. Esta batería, mandada por el insurrecto Schneider, ofreció en el mes de junio de 1.919 una resistencia desesperada a las tropas de Denikin que atacaban a Gulai-Polé, y fue destruida, perdiendo hasta el último hombre y el último obús.

Es prosible que hubiese en el gran período insurreccional de 1.918-19 personas hostiles a los judíos, pero éste no era un rasgo característico de la macknovstchina; era el resultado del conjunto de la vida rusa, y esos casos aislados no podían tener ninguna significación en el movimiento. Si alguien se permitía violencias contra los judíos, no tardaba en sucumbir frente a la justicia severa de los insurrectos revolucionarios.

Hemos dicho ya con qué rapidez fue decidida la ejecución de Grigoriev y su Estado Mayor por los macknovistas, y hemos indicado que una de las razones principales de la sentencia había sido su participación en las matanzas de judios.

Citemos aún otros casos que tienen relación con la misma cuestión y de los cuales hemos tenido un conocimiento preciso.

Con fecha 12 de mayo de 1.919, varias familias israelitas, 20 personas en total, fueron muertas en la colonia judía de Gorkaia, cerca de Aleksandrovsk. El Estado Mayor de los macknovistas designó una comisión especial para esclarecer el asunto; esa comisión pudo comprobar que el asesinato había sido cometido por siete campesinos de la aldea vecina de Uspenovka; a pesar de que no constituían parte del ejército insurreccional, los macknovistas no consideraron posible dejar impune el crimen, y fusilaron en el acto a los culpables. Se averiguó después que ese crimen y otras tentativas del mismo género se habían cometido a instigación de agentes de Denikin, que habían llegado a infiltrarse en la región y que trataban de preparar, por tales medios, una atmósfera favorable a la entrada de las tropas denikinianas en Ucrania.

El 4 o el 5 de mayo de 1.919, Mackno, acompañado de varios comandantes de sus tropas, se dirigió rápidamente desde el frente hacia Gulai-Polé, donde era esperado por el delegado plenipotenciario de la República, L. Kamenef, llegado de Kárkof con otros representantes del gobierno soviético. En la estación del Atto-Totmak Mackno vio un cartel con esta leyenda: “¡Mueran los judíos!, ¡salvemos la revolución!, ¡Viva Batko Mackno!”.

–“¿Quién ha colocado ese cartel?”, preguntó Batko Mackno.

Se supo que había sido un insurrecto a quien conocía personalmente, había tomado parte en batallas contra las tropas de Denikin, y, en suma, era bastante buen hombre. Se presentó y fue fusilado en el acto.

Mackno prosiguió la marcha hacia Gulai-Polé. Durante el resto de la jornada y en el curso de sus negociaciones con los representantes de los soviets, no pudo librarse de la impresión siniestra de esa ejecución. Se daba cuenta de que se había obrado con crueldad, pero sabía también que en la región del frente, en vista del avance de Denikin, era imposible no obrar pronta y resueltamente, porque los casos de ese género podían, no sólo significar un gran peligro para la población judía, sino también convertirse en una amenaza para la revolución.

Cuando el ejército insurreccional retrocedió (en el verano de 1.919) hacia Uman, se produjeron casos en que los insurrectos saquearon los bienes de algunas familias judías. Al examinar esos casos, los macknovistas se dieron cuenta de que se trataba siempre de los mismos autores: cuatro o cinco hombres que habían pertenecido antiguamente a los destacamentos de Grigorief, incorporados después de su muerte al ejército macknovista. Al ser descubierto, el grupo fue licenciado. Todos los combatientes que habían servido con Grigorief fueron expulsados del ejército macknovista, como elementos poco elevados, desde el punto de vista ideal, a los que no era posible educar en tal momento y en las condiciones dadas.

Con lo visto basta para ver cómo consideraban los makhnovistas el antisemitismo. Las manifestaciones de odio de razas que se producían en Ucrania no tenían nada que ver con la macknovstchina.

Allí donde la población judía se encontraba en contacto con los macknovistas, veía en ellos a sus mejores defensores contra el antisemitismo. La población judía de Gulai-Polé, la de las ciudades de Aleksandrovsk, Berdiansk, Mariopol y todas las colonias agrícolas judías situadas en la región del Donetz, pueden testimoniar que encontraban siempre amigos en los macknovistas, y que, gracias a las medidas severas y enérgicas que siempre adoptaban éstos en caso de necesidad, las veleidades antisemitas de los contrarrevolucionarios de la región eran ahogadas en germen.

El antisemitismo existe en Rusia como en muchos otros países. En Rusia y en Ucrania, en particular se manifestaba, no como resultado de la revolución o del movimiento insurreccional, sino al contrario, como un vestigio del pasado. Los macknovistas lo combatían siempre decididamente con la palabra y la acción. En todo su recorrido publicaron llamamientos invitando a las masas del pueblo a luchar contra ese mal. Se puede afirmar de buena fe que los macknovistas han cumplido con su deber revolucionario en la lucha contra el antisemitismo en Ucrania y fuera de sus límites. Tenemos a mano un manifiesto publicado por los macknovistas, de común acuerdo con los anarquistas, a propósito de unos casos de antisemitismo ocurridos en la primavera de 1.919, que se encontraban relacionados con el comienzo de la ofensiva general de Denikin contra la revolución. He aquí su tenor (un poco abreviado):

“¡A LOS OBREROS, CAMPESINOS E INSURRECTOS!

¡Siempre con los oprimidos, contra los opresores! En los días penosos de la reacción, cuando la situación de los campesinos de Ucrania era particularmente dura y parecía no tener salida, ustedes fueron los primeros en levantarse como combatientes inflexibles e intrépidos por la gran causa de la emancipación de las masas laboriosas. Ese fue el momento más bello y el más lleno de alegría de nuestra revolución, porque marchábais contra el enemigo con las armas en la mano, en calidad de revolucionarios conscientes, animados por la alta idea de libertad y de igualdad. Pero elementos nocivos y criminales lograron insinuarse en nuestras filas. Y al son de los cantos revolucionarios, de los cantos fraternales de la próxima liberación de los trabajadores, vinieron a mezclarse los sones terribles, los gritos desgarradores de los pobres judíos atormentados hasta la muerte... Sobre el fondo claro y resplandeciente de la revolución aparecieron manchas sombrías imborrables, producidas por la sangre de los pobres mártires judíos que, ahora como antes, continúan vertiendo, según el capricho de la reacción criminal, víctimas inocentes de la lucha de clases... Se proyectan actos vergonzosos. Se efectúan progroms antisemitas.

¡Campesinos, obreros e insurrectos! Sabéis que los trabajadores de todas las nacionalidades –rusos, judíos, polacos, alemanes, armenios, etc.– sucumben por igual en el abismo de la miseria. Sabéis que millares de jóvenes judías son vendidas y deshonradas por el capital lo mismo que las mujeres de otras nacionalidades. Sabéis cuántos honestos y valientes judíos militantes revolucionarios han dado su vida por Rusia en el curso de la lucha por la libertad… La revolución y el honor de los trabajadores nos obligan a gritar todo lo alto que podamos, a gritar bastante fuerte para hacer estremecer las fuerzas oscuras de la reacción, que todos hacemos la guerra a un enemigo común: al capital y al principio de autoridad, que oprimen igualmente a los trabajadores, sean de nacionalidad rusa, polaca, judía, etc. Debemos proclamar por todas partes que nuestros enemigos son los explotadores y los opresores de todas las nacionalidades: el fabricante ruso, el amo de las fundiciones alemanas, el banquero judío, el propietario latifundista polaco... La burguesía de todos los países y de todas las nacionalidades se ha unificado para una lucha encarnizada contra la revolución, contra las masas laboriosas de todo el universo y de todas las nacionalidades.

¡Campesinos, obreros e insurrectos! En este momento, cuando el enemigo internacional, la burguesía de todos los países, se ha precipitado sobre la Revolución Rusa y siembra a manos llenas la discordia nacional entre las masas trabajadoras para falsear la revolución y de quebrantar los fundamentos mismos de nuestra lucha de clases –la solidaridad y la unión de todos los trabajadores–, es a vosotros a quienes corresponde oponer resistencia a los reaccionarios conscientes e inconscientes que ponen en peligro la causa de la emancipación del pueblo trabajador, tratando de impedir que pueda librarse de las garras del capital y de la autoridad. Vuestro deber revolucionario es sofocar el germen de toda persecución nacional y hacer despiadadamente justicia a todos los instigadores de pogroms antisemitas.

El camino hacia la liberación del trabajo será abierto por la unión de los trabajadores de todo el universo. 

¡Viva la Internacional del Trabajo! 

¡Viva la Comuna anarquista libre! 

(Firmado): -Comité ejecutivo del Consejo militar revolucionario de la región de Gulai-Polé. -Grupo de anarquistas del Nabat, de Gulai-Polé. Comandante en jefe de los insurrectos, Batko Mackno. -Jefe del Estado Mayor del ejército de los insurrectos macknovistas, B. Veretelnikof. Gulai-Polé, mayo de 1.919.”

 Piotr Arshinov

 


“Historia del movimiento macknovista”, Pedro Archinof. Tusquets Editor, 1975, Barcelona, págs 229 a 235


La Macknovstchina: (1.918-1.921) movimiento revolucionario anarquista en Ucrania que derrotó a los prusianos, a los nacionalistas y al Ejército Blanco, para morir después asfixiado por los bolcheviques.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CRITERIOS DE MODERACIÓN

En este espacio los lectores pueden dar su opinión sobre los contenidos de la página o cuanta temática le resulte relacionada con los mismos.

La opinión de la web se expresa sólo en sus artículos. Los usuarios de este espacio exponen, por tanto, posturas personales. Los comentarios son plena responsabilidad de sus autores y la página es ajena a los mismos.

Nos reservamos el derecho a modificar los comentarios que incluyan nombres reales y a eliminar los comentarios que se condideren spam o ignoren estos criterios.

Se pueden discutir los criterios y alegar lo que se desee a través del correo companotrabajes@gmail.com.

Si alguna persona se sientiese fundadamente aludida en los comentarios y por ello ofendida, le rogamos se ponga en contacto para remediarlo.