Ramón Liarte Viu nació en Almudévar (Huesca) en 1918. Militante de CNT-AIT, afiliado a la FIJL (1), y luego a la FAI desde 1938, fue
guerrillero en la resistencia francesa durante la 2ª GM, encarcelado por el franquismo y exiliado,
continuó su militancia en Francia. En 1975 regresó a España, y dirigió el periódico Solidaridad Obrera entre 1980-1982. Murió en Toulouse en 2004.
Publicamos las páginas 26 a 29 del libro “La CNT y los pueblos de España” de Ramón Liarte Viu, publicado por Ediciones Espoir en Toulouse, en fecha no precisa, un par de años antes de la muerte de Franco. Pese al conservadurismo del autor, que después del V Congreso y la escisión reformista (hoy CGT), en los años ochenta al lado de la mafia de Toulouse se enfrentó a los sectores más anarquistas de la CNT-AIT de Cataluña, especialmente a la FL de Barcelona, en este caso hace una buena aproximación al tema en el contexto de España hacia la revolución social , sin banderas ni fronteras, ni necesidad de sindicatos, tal como hoy los conocemos.
Publicamos las páginas 26 a 29 del libro “La CNT y los pueblos de España” de Ramón Liarte Viu, publicado por Ediciones Espoir en Toulouse, en fecha no precisa, un par de años antes de la muerte de Franco. Pese al conservadurismo del autor, que después del V Congreso y la escisión reformista (hoy CGT), en los años ochenta al lado de la mafia de Toulouse se enfrentó a los sectores más anarquistas de la CNT-AIT de Cataluña, especialmente a la FL de Barcelona, en este caso hace una buena aproximación al tema en el contexto de España hacia la revolución social , sin banderas ni fronteras, ni necesidad de sindicatos, tal como hoy los conocemos.
La España unitaria y católica ha sido un permanente valladar a las autonomías locales, comarcales y regionales. No hay una península federada porque el centralismo de carácter cesarista ha roto la unión filosófica, político-social y económica de los pueblos de Iberia. Los hombres libres deben entenderse por encima de centralismos opuestos a su propia personalidad. Las regiones no deben pedir, sino conquistar, lo que necesitan para expansionarse y hacer una vida nueva. Nuestros pueblos desean separarse de la injusticia centralista, ya que son opuestos a la opresión mantenida y alimentada por el poder único. Quieren la autonomía que empieza por el individuo, que adquiere cuerpo social en la unión libre (2), que tiene fuerza en el sindicato y que halla en el municipio libre la expresión más viva de la conciencia popular.
El federalismo parte del hombre y
se conexiona con la humanidad toda. El hombre crea la unión libre (2), el
pueblo, la comarca, la nacionalidad, los núcleos de nacionalidades. Por eso es
contraproducente hacer una nación de hegemonías. Lo que cuenta es hacer hombres
libres para avanzar hacia auténticas expansiones humanas. Todos los
centralismos son nefastos y negativos. El Estado no tiene poder ni vitalidad de
origen natural para conceder autonomías por decreto, o derechos que tienen más valor que las leyes. Son los
pueblos, mayores de edad para orientar sus propios destinos, los que deben
conquistar en buena lid, con las armas del trabajo federado, de la técnica
experimental y de la ciencia aplicada al bien recíproco, la federación de
autonomías que en lógica les pertenece administrar en régimen de concejo o
democracia directa. Supone una aberración sin precedentes llamarse nacionalista
en España. Es un mito la llamada unidad religiosa impuesta por la espada. Y
otro tanto es la denominada unidad histórica y racial y el torpe empeño de los
“cruzados” de presentar España como un pueblo elegido. Las bases ficticias de
la engañosa nacionalidad española están pidiendo sin cesar una revisión
profunda, una transformación completa. El federalismo, por no ser el caos, sino
el orden regulador de las relaciones y actividades humanas, se ofrece como la
solución a nuestros males. Ya lo dijo el sabio y vidente Gonzalo de Reparaz (3):
“El absolutismo ha conducido España no a la gloria y la grandeza, sino a la
ignorancia y la miseria”. La nacionalidad dueña de sí misma, el sentimiento
social y federal que existe siempre latente en el pensamiento hispano, no puede
llegar a constituir su vida propia más que a través del pacto libre y
voluntario. No se trata, ni mucho menos, de una norma centralista, sino de un
acuerdo libre y humano. Individuo, unión libre (2), sindicato y municipio,
formando el entendimiento mutuo desde la escala local a la nacional e
internacional.
Hay que acabar con el
absolutismo. Preciso es crear los núcleos humanos de asociación natural. Sólo
los pueblos rezagados tienen gobiernos fuertes, sólo los hombres fuertes
consiguen ser libres. La Confederación de los pueblos Hispánicos, unidos por
lazos económicos y sociales, ... (4), es la garantía más efectiva para que nuestro
pueblo extirpe el centralismo y cree su fuerza de destino en los principios de
federación, base del acuerdo múltiple y sano. Se trata de hacer un pueblo libre
para que en él nazcan y se desarrollen los hombres iguales en el derecho a la
vida. Debemos saber a qué atenernos cuando se trata de hacer obra en provecho
de todos. Nuestro país es, sin duda, una gran unión libre (2) de pueblos, cada
uno con una personalidad perfectamente definida. Trabajemos con inteligencia y
valor, pero sin pérdida de tiempo. Es imprescindible conseguir la
descentralización administrativa y política, para echar los cimientos de las
nacionalidades autónomas e independientes.
El pueblo español no solamente es un campo de trabajo que debe administrarse a fondo, es por añadidura, una realidad socio-moral, una fuerza económica y faro de cultura, exquisita y honda a la vez. Ya es hora de que el hombre español no viva fuera de Europa y el mundo. ¿A qué se debe el retraso espantoso de España con relación a las naciones más avanzadas del mundo?
El pueblo español no solamente es un campo de trabajo que debe administrarse a fondo, es por añadidura, una realidad socio-moral, una fuerza económica y faro de cultura, exquisita y honda a la vez. Ya es hora de que el hombre español no viva fuera de Europa y el mundo. ¿A qué se debe el retraso espantoso de España con relación a las naciones más avanzadas del mundo?
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Mitin de la CNT-FAI el 21 de julio de 1937 en el Teatro Olympia de Barcelona. De izquierda a derecha, Francesc Isgleas, Ramón Liarte, Federica Montseny y Joaquín Cortes. |
Notas de CompaNoTrabajes
(1) Siendo miembro de Comité Peninsular de la FIJL como secretario de organización desde febrero de 1937, fue usado como apagafuegos de "Mayo de 1937" por los apparatchiks de la CNT-FAI.
(2) “familia”, en el original.
(2) “familia”, en el original.
(3) Gonzalo de Reparaz Ruiz
(1901-1984). Políglota y geógrafo.
(4) "étnicos y espirituales", en el original.
(4) "étnicos y espirituales", en el original.
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