Portada de la revista "Acracia" (Barcelona, 1886-88), nº 23, correspondiente a noviembre de 1887, casi un año después del montaje policial de Haymarket, en Chicago -el 4 de mayo de 1886- . Las repugnantes ejecuciones de los Mártires de Chicago se consumaron el 11 de noviembre de 1887.
“La razón ha de ceder hoy el puesto al
sentimiento. No podemos hoy razonar con
nuestros amigos lectores; hemos de expresar la indignación que nos causa ver a
nuestros hermanos pendientes de la horca o condenados a cadena perpetua o
temporal. Y hemos de exhalar nuestra protesta contra el crimen perpetrado por
la República. Hemos de consignar el hecho de que esa institución hipócrita que,
manchada con sangre de liberales y envilecida con la riqueza de la explotación
y la usura, sumerge en espantosa miseria a los productores y lleva al patíbulo
a los apóstoles de la libertad. Una vez más el capitalismo dominante ha puesto
de manifiesto que en la lucha por la justicia, los intereses propenden única y
exclusivamente a su conservación y cortan por lo sano hollando todo pacto y
toda ley. No cabe dudar ya que la dificultad única que el progreso ha de
arrollar para seguir su marcha es el principio de autoridad; porque mientras
exista, el que mande o los que manden, de su propia esencia y de la necesaria
pasividad de los mandados, sacarán fuerzas para cumplir su obra de tiranía.
Autoridad y obediencia son términos incompatibles con la dignidad humana, sea
cualquiera el régimen político y la diferente manera en que se halle
establecido, cómo unos hombres deben mandar y cómo otros deben obedecer. La
horca de Chicago es nuestro irrebatible argumento. Accionistas de grandes
compañías cuyas acciones se cotizan con grandes beneficios y trabajadores
reducidos a la más esquilmada reducción de la mano de obra o al paro forzoso,
todos viven bajo el falso nivel de una constitución democrática, y el
resultado, ya lo veis, es un atropello sin precedente, porque no tiene la
excusa de la barbarie del absolutismo, no se justifica por la pasión del
fanatismo de secta, no puede dispensarse por la excitación revolucionaria; es
un atropello cometido a sangre fría en nombre de la ley, en nombre de la
libertad, en nombre de la República. Con este motivo ACRACIA dedica esta página
como un cariñoso recuerdo a los mártires de Chicago, como una protesta contra
la República-verdugo y como una lección a los trabajadores.”
Fuente: "Musa Libertaria- Arte, literatura y vida cultural del anarquismo español (1880-1913)", Lily Litvak. Fundación Anselmo Lorenzo, 2001, Madrid, pág. 226
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