Sobre CAN VIES, lo de PODEMOS y la abdicación del rey

Collage sobre una foto de las labores de desescombro en Can Vies

El mes de mayo ha sido generoso en acontecimientos. Comenzó con las manifestaciones del 1º de mayo, día de lucha contra la propiedad, y al acabarse hemos recibido la noticia de la abdicación del Borbón, que se ha cansado de salir en las monedas. En medio de esto ha habido unas elecciones europeas con sorpresa y el ataque salvaje a Can Vies con excavadoras, y así hemos pasado el que hubiese sido el 200 cumpleaños de Mijail Bakunin, si su persona hubiese sido tan inmortal como su obra.

Can Vies antes del ataque del Ayuntamiento

CAN VIES ES EL CAMINO

Precisamente en Barcelona, una de las ciudades del mundo donde con más fuerza arraigó el pensamiento del célebre anarquista ruso, cuna del sindicalismo revolucionario en la península, su alcalde decidió desalojar el Centro Social Okupado de Can Vies, pese a los 17 años de apoyo de estxs a lxs vecinxs del barrio de Sants. En este caso el alcalde hizo lo que corresponde a su posición y desempeño, entregar la ciudad a los negocios de lxs que llaman “enriquecer la ciudad”, al atropello y saqueo organizado y sistemático de lxs ciudadanxs. Afortunadamente parece que el poder ha escogido muy mal su objetivo y se ha estrellado con un barrio organizado, que no se deja robar los espacios públicos, y que practica el apoyo mutuo en la defensa de sus intereses.

Ante la arrogancia del Ayuntamiento que manda a las excavadoras contra lxs vecinxs, el barrio responde: -Can Vies se queda. Y lo hace tomando la calle para impedir el derribo. No hay nada que negociar con el alcalde, no tiene nada que ofrecer más que la retirada de las excavadoras y las hordas de policías que interrumpen el curso de la vida cotidiana, además de explicar por qué se gasta el dinero que roba en molestar y perseguir a la gente. En la conquista y defensa de los derechos y libertades, no hay papeletas en urna que valgan, ni sirven soluciones dentro del sistema, que siempre llegan tarde y mal. Si no se tiene la fuerza en la calle, no hay Ley que valga, y si se tiene, no hacen falta legisladores ni juristas. Únicamente por la acción colectiva y solidaria, con el apoyo mutuo y la acción directa, podremos resolver los grandes problemas sociales que nos afligen.

No ha tardado la gente de orden y la prensa del sistema en demonizar las protestas, en recordarnos la violencia de lxs vecinxs de Gamonal que ante los atropellos de su Ayuntamiento, también pasaron a la acción directa tras agotar la vía política. Les acusan de ser antisistema, enemigos de la Ley y la propiedad, de organizarse para combatir a las fuerzas de la policía. Y es que hacen muy bien,  no hay soluciones dentro de un sistema diseñado para que unxs pocxs esquilmen y se queden con todo, sólo destruyéndolo podremos alcanzar una vida más justa e igualitaria. No asusta el fuego que ilumina la noche de Barcelona y acaba con la maquinaria de la especulación. La barricada cierra la calle, pero abre el camino.

Mercadotecnia televisiva y marketing de ventas

LA ZANAHORIA: PODEMOS Y LOS SUFRAGIOS

En los dos años del gobierno de Rajoy que venimos padeciendo, ya ha dado suficientes muestras de como trata a la gente, haciendo avanzar el burro a palos. Sin embargo esta forma, lejos de fortalecer su autoridad, no hace más que generar situaciones de ingobernabilidad, alimentar la protesta, y mostrar la debilidad del gobierno que consiguió más votos en contienda electoral que ningún otro en la historia de España.

Se asustan lxs inversorxs y la gente de negocios. La mayoría absoluta del partido de gobierno no garantiza la estabilidad y la paz social, y la oposición parlamentaria, en perfecta connivencia con este, tampoco es capaz de mantener a la gente tranquila en sus casas. Tan involucrado está el gobierno como la oposición, que llaman “responsabilidad” a la protección de los intereses de lxs ricxs, siempre contrarios a los de las personas, y tan pobre es el nivel del debate político, aburrido y repetitivo, que no han faltado en esta ocasión listillxs que se cuelen sin esfuerzo. Con este panorama el vacío es tan grande, y el nivel tan bajo, que es muy fácil brillar.

Y cuando los palos no funcionan, se trata de embaucar al burro atándole al cuello un palo largo con una zanahoria en el extremo, para que siga avanzando y transportando la carga. El burro corre tras la zanahoria sin comprender que nunca la alcanzará. En estas elecciones la zanahoria es un nuevo partido que se pretende fuera de la casta política. Un partido que ha nacido para lavar la imagen de lxs políticxs, en el momento en que las encuestas les dan una peor valoración. Un partido creado para atribuirse y canalizar institucionalmente el descontento general de múltiples luchas espontáneas y autónomas, luchas que están mostrando a la gente el camino a seguir. Un partido aferrado a la máxima marxista “estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros” (Groucho Marx).

Claro que lo más lamentable en este caso no es la aparición de un partido que engatuse a unos miles de incautxs que necesitan un líder para sentirse protegidxs. Tampoco que se haya alimentado con la simpleza demagógica de que “todxs lxs políticxs son iguales”, para luego igual que los demás, pasar a formar parte de lo que han llamado “casta política”. Ni que se trate de un partido de corte caudillista y populista, dirigido por una camarilla de profesionales de la política y el marketing, defensores del concepto de Patria y de los aparatos represivos del Estado.

Lo más triste es el efecto que ha tenido en ciertas personas y foros de debate o entornos autoproclamados “libertarixs” (últimamente un estorbo para el anarquismo y el progreso de la Humanidad). Es muy triste ver como en nuestra ciudad ha habido gente que les ha hecho la campaña electoral en nombre de una descafeinada anarquía light, con cero por ciento en grasas, cero por ciento en calorías y cero por ciento en transformación social. Provoca risa en las comisarías y al Estado, ver en foros como alasburricadas, debates sobre la participación de lxs anarquistas en un partido lanzado a la toma del poder político y la reforma posibilista, como siempre jerárquica, de arriba a abajo.

Entre ladrones... inter pares (entre iguales, en latín)

NO ECHAREMOS DE MENOS AL REY

A todo esto, el jefe de Estado de la estructura que oprime esta parte de la península, nos sorprende con la decisión de retirarse. Y no han faltado quienes han considerado que una sustitución en la jefatura del Estado, pueda ser la solución a los problemas de discriminación social, política y económica (el hambre, el paro, la vivienda, la religión, la delegación e imposición política, la desigualdad y la falta de justicia social, etc.) que padece nuestra sociedad.

Por lo que se ve, el Rey se ha cansado de reinar un reino tan cutre como España. Quizás quiera asegurar el futuro de su hijo y  solucionarle la vida, colocando a un inútil en un puesto inútil. Tal vez le avergüence tener que presentarse con Rajoy en público, tal vez haya perdido una apuesta, quizás haya sido inducido por los extraterrestres después de ser abducido, o simplemente quiera irse de caza. La cuestión es que no ha dado ninguna explicación, porque, ya se sabe, el monarca no necesita darlas.

Nos alegra deshacernos de Juan Carlos de Borbón, el heredero de Franco e inductor del 23-F. Un personaje que no queremos ni siquiera en las monedas que cada vez escasean más en los bolsillos de la gente, mientras se acumulan en las cajas fuertes de los bancos. Quizás todavía estamos a tiempo de sacar la guillotina y darle una despedida adecuada. Hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacudirnos de encima al monarca. Casi cualquier régimen político es menos irracional y resulta menos anacrónico que una monarquía. Hay que echar al rey de la Zarzuela y abolir la jefatura del Estado, que sólo sirve de instrumento para la explotación y los negocios de lxs ricxs. No es un consuelo cambiar a un jefe hereditario por otro electo. No nos sirve pasar una brocha morada por el trapo rojigualda para solucionar nuestros problemas. No nos contentamos con la reforma constitucional, ni con el cambio de una Constitución por otra que garantice la "paz social". Hay que estar preparados para atentar desde ya contra el sucesor del monarca, llámese Príncipe de Asturias o Presidente de la República. No hay que dejarse engañar por los cantos de sirena de lxs recuperadorxs del sistema, “algo debe cambiar para que todo siga igual”. No hay que permitir que los esfuerzos del pueblo por sacudirse a sus opresorxs acaben con otrxs encaramadxs a la chepa. Sabemos lo que es una República, la forma de gobierno que más rechazo puede causar después de una monarquía. Un timo para que lxs poderosxs manden y lxs pobres obedezcan. La solución a una Constitución no es otra Constitución, sino quitárnoslas de encima, que es hacia debemos avanzar sin complejos. Ni queremos ni se puede arreglar este país. Nos cagamos en España, sea monárquica o republicana, porque siempre ha sido, es y será la cárcel de los pueblos e individuos, y nos gustaría verla saltar por los aires en mil pedazos.

Asamblea para la reconstrucción de Can Vies

HACIA LA REVOLUCIÓN SOCIAL

De nada sirve un cambio político, un cambio de régimen, si lo esencial se sigue perpetuando,  la propiedad y la autoridad. El poder corrompe y si hay propiedad no puede haber justicia. Donde hay Autoridad muere el individuo.

Hay que desconfiar de lxs analistas políticxs cegadxs con los números e incapaces de comprender la vida. Denunciar, señalar y perseguir a los líderes que siempre prometen un mundo mejor y lo único que consiguen es mejorar su situación personal. Sobran líderes, dirigentes y famosxs. No será una minoría encorbatada y con títulos universitarios (en España los regalan), la que resolverá nuestros problemas. Ningún grupo de espabiladxs puede servir de apoyo a la lucha de lxs desheredadxs, y sólo será un estorbo.

Es desde la base por donde prenderá la mecha que pueda hacer tambalear al sistema, sostenido en la marginación y la violencia. Son lxs inmigrantes, lxs paradxs, lxs sin techo, lxs presxs, lxs trabajadorxs más precarios, las minorías étnicas y sexuales, quienes tienen la capacidad de  transformar la realidad social. Todos ellxs muy alejadxs de lxs politicxs, que siempre lxs han manipulado hasta descreerlxs de todo, y sobre todo de su propia fuerza. Es sumándonos a sus realidades y fomentando la asociación, fuera de un sistema que nos persigue y mata, como se puede mejorar el entorno social, y no llamándonos una y otra vez a secundar iniciativas políticas que nos son ajenas.

Ayer Gamonal, hoy es Can Vies, mañana serán la Zarzuela y la Moncloa los escenarios del fuego anónimo que prende la desigualdad. Más útil que modelar el futuro gobierno, es armar al pueblo para que sepa defenderse y combatirlo.