Ser anarquista no es vivir en un mundo de abstracciones
fuera de la realidad, mirándose al ombligo, sino comprometerse, mojarse y a
veces mancharse. Para animar el debate de ideas, publicamos este artículo de Marcel-lí Reyes i Vidal titulado “L´anarquisme i
l´alliberament nacional”.
EL ANARQUISMO Y LA LIBERACIÓN NACIONAL
“Me parece que el carácter puramente nacionalista de los
movimientos de emancipación nacional es inexistente. Siempre hay motivos
económicos, si bien es la libertad y el respeto al individuo lo que hay que salvaguardar,
nuestra tarea debe ser la de denunciar los intereses económicos. Creo además,
después de haberlo reflexionado largamente, que el fracaso de los movimientos
nacionales en Polonia, Finlandia, Irlanda, etc., su dificultad principal,
proviene del hecho de que los jefes del movimiento, grandes propietarios, igual
que los ingleses, vacían de contenido social el movimiento de emancipación
nacional. (…) En todos los lugares donde el hombre se rebela contra la opresión
individual, económica, estatal, religiosa y sobretodo nacional, nuestro deber
es estar a su lado.”
Piotr Kropotkin en una carta del 11 de mayo de 1897 sobre la
cuestión irlandesa.
Mi escrito parte de dos premisas, por un lado no pretendo
obtener ninguna conversión, y por otro no es en absoluto un ejercicio pedante
de retórica. Su objetivo es explicar mi postura desde la convicción personal y la experiencia, en especial desde mi militancia anarquista en la Federació
Anarquista Comunista Catalana, que fue una apuesta por el comunismo anárquico y
el independentismo en Cataluña entre los años setenta y ochenta del siglo
pasado.
En los orígenes del marxismo y del anarquismo, a mediados
del siglo XIX, en la Europa dominadora
del mundo, se encontraban en diferentes grados evolutivos cuatro Imperios. De
un lado el Imperio Austro-húngaro, el más antiguo de todos, en decadencia lenta
y sostenida, que todavía controlaba los diferentes Estados católicos alemanes,
parte de Italia, y frenaba el empuje cada vez más grande de Prusia. Rusia, el
Estado denominado por Bakunin “la gran prisión de los pobres”: eslavos,
bálticos y asiáticos. Turquía muy debilitada y presionada por los Imperios
centrales, que querían apoderarse de sus territorios eslavos, y el poderoso y
cada vez más expansionista Imperio Británico.
Cada uno de estos Imperios sufría en su seno luchas sociales
y de liberación nacional, mezcladas con las tensiones provocadas por sus
diferentes poderes oligárquicos. En el resto de Europa estallarán en 1848
luchas revolucionarias, en un intento de la burguesía por hacerse con el
control de sus respectivos Estados.
Antes de continuar, cabe señalar que el título de este
artículo y de la charla que estuvo en su origen, en el Ateneu Enciclopedic
Popular, parten de un equívoco, la inexistencia de un anarquismo único, y lo
mismo podemos decir del nacionalismo. Para aclararnos podemos encontrar un
punto común de la mayor parte de las tendencias anarquistas -a excepción de las
individualistas- , postulan un proceso de revolución social que culmina con
la desaparición del Estado como organización de la clase dominante. Por lo que
hace a los nacionalismos, hay ideologías del Estado-nación, causantes de muchas
de las barbaridades de los siglos XIX y XX, las de aquellos que quieren crear
un nuevo Estado a partir de la disgregación de los existentes, y las del
independentismo basado en la liberación de las naciones oprimidas o colonias, y
que no siempre necesariamente implican la creación de un nuevo Estado, ya que
los denominados Estados-nación son superestructuras que normalmente engloban
diferentes naciones.
Hecho este inciso, en los momentos canónicamente iníciales
del marxismo y del anarquismo, las posiciones eran muy claras. Marx, Engels y
sus seguidores, se oponían frontalmente a las luchas de liberación de los
pueblos eslavos contra el Imperio Turco y Ruso, de los húngaros e italianos
contra Austria, y de las colonias contra el Imperio Británico, solamente
dudaban en el caso de los irlandeses. La explicación viene dada por su visión
mecanicista del progreso histórico, y de la evolución dialéctica en las
diferentes fases del progreso económico. El eje del discurso marxista se
centraba en la lucha de clases y en el sujeto revolucionario, formado por la
clase obrera y el proletariado industrial. Desde las filas del anarquismo, sus
figuras más señeras, Bakunin, Proudhom y Kropotkin, añadían a la liberación
social, la liberación nacional de los pueblos.
A los defensores del cientificismo marxista, y al mismo
tiempo debeladores del anarquismo de liberación nacional, señalarles que por
más que sea yo mismo un convencido en la lucha de clases, Warren Buffet el
segundo hombre más rico del mundo también lo es al decir que en la actualidad,
la lucha de clases continua y los grandes capitalistas la están ganando.
Partiendo del hecho que la noción de clase precisa de la conciencia de los
trabajadores de pertenencia a la misma. De la misma manera el independentismo
precisa de la conciencia de pertenencia a un grupo humano ligado a un territorio,
que ha sido robado a las masas. Por aquí la diferencia es, pues, poca y
esencialmente el proceso se construye a través de la toma de conciencia de los
individuos.
Mi punto de vista, seguido en el pasado por multitud de
anarquistas de todo el mundo, significa aunar ambas visiones en el sentido que
obra en la cita de kropotkin.
Veremos a los anarquistas participar en las
luchas de liberación nacional de Bosnia-Herzegovina. Al poeta libertario Botev
comprometido con la insurrección búlgara. En 1896 se creará la Organización
Revolucionaria del Interior de Macedonia y Adrianàpolis (ORIMA), que luchará
contra la opresión del Imperio Otomano, y que en 1903 volverá a levantarse en armas,
proceso revolucionario en el que será muy significativa, la negativa a
participar de los socialdemócratas.
Qué decir del revolucionario anarquista Makhno, convertido
en consejista y nacionalista por epígonos interesados. Pero veamos qué decían ellos
mismos: Los maknovistas somos campesinos y obreros insurrectos desde 1918
contra la brutalidad de la dominación burguesa alemana y austriaca, contra el
hetman ( jefe de los cosacos) de Ucrania, y contra el ejército rojo dominado
por los rusos. Hay que decir que el tratado de Brest-Litovsk, firmado entre los
bolcheviques y las potencias centrales, había cedido Ucrania al Imperio
Austro-húngaro.
Y en México, Flores Magon promueve la idea indigenista
libertaria en el pueblo yaki. Su libro de cabecera será “La conquista del pan”
de Kropotkin. Combatirá junto a los ejércitos de la revolución de Villa y
Zapata, mientras los batallones comunistas apoyarán a Venustiano Carranza.
Fundó el Partido Liberal Mexicano y con anarquistas de los Estados Unidos, promovió
la invasión de la Baja California con la intención de convertirla en una
república socialista. Murió en una prisión norteamericana mientras cumplía
condena. Podríamos encontrar otros muchos ejemplos por todo el mundo.
La pregunta esencial es por qué cien años después, todas las
luchas de liberación nacional de las antiguas colonias son dirigidas por
frentes y movimientos de inspiración marxista-leninista´, y el debilitado
anarquismo internacional se queda al margen, e incluso con la excusa del
surgimiento de nuevos Estados, se alinea de facto con los poderes
coloniales-imperialistas.
Probablemente esto se haya producido por la suma de derrotas
sufridas por el anarquismo, que llega a la mitad del siglo XX, muy disminuido y
encastillado en diferentes grupos, cerrados en si mismos en torno a principios
inamovibles, atrincherados en sus publicaciones y sus locales. Entretenidos en
combatirse unos a otros, ajenos a todo lo nuevo. Grupos que solamente se unen
para luchar contra aquellas corrientes, que con cierta energía denuncien o
cuestionen el statu quo existente.
En los años cincuenta y sesenta se defendió como la opción
más tranquila, la federación de síntesis, que aglutinara a todos los
anarquistas, anarcosindicalistas y libertarios en una sola organización por
Estado, y las federaciones supraestatales mantendrían firmemente el mismo
principio.
Tras los sucesos de mayo de 1968, y las revueltas previas en
los Estados Unidos y en otros lugares, surgieron nuevos y audaces anarquistas, especialmente en los medios universitarios, que se centraban en la
lucha por la libertad sexual y de la mujer, y por la liberación nacional de los
pueblos. Esto hizo entrar en crisis las organizaciones anarquistas de síntesis,
de donde salieron prácticamente a la vez, grupos nacionales al margen del marco
de los Estados-nación: La Federació Anarquista Comunista Occitana (FACO) de Guy
Malovier, que publicaba “Occitania Libertaria”, la Federación Anarco-Comunista
Galega (FACG) con su boletín “Arco da Vela”, poco después la Federació
Anarquista Comunista Catalana (FACC), que publicó el “Tramuntana” y el “Visca
la Terra”, y organizaciones similares en Cerdeña contra la criminalización del compañero
Constantino Cavallieri. En Sicilia el notable teórico Alfredo Bonanno desde la
organización Azione Rivoluzionaria y su libro “Sicilia: Sottosviluppo e lotta
di liberazione nazionale” (1969), propone eliminar cualquier posibilidad de
pacto con los explotadores de la comunidad, la base étnica, será el límite de
la federación revolucionaria, sin nada que ver con la división de clase
impuesta por los capitalistas, y la vía para lograr la libertad, pasará por la
insurgencia y la destrucción del aparato de dominación capitalista. En Euskadi
se creo en ese mismo tiempo la organización Askatasuna y posteriormente
Zarikatu.
En el caso catalán, los compañeros que constituimos la FACC,
partimos de la premisa que los territorios de habla, cultura e historia, catalanes,
eran entonces igual que hoy, colonias del Estado español, dado que los
instrumentos políticos autonómicos, subsidiarios del Estado, que explotan
económicamente Les Balears, el Pais Valenciá y el Principat de Catalunya, son
quienes mantienen la cleptocracía española. Euskadi y Navarra por acuerdos
económicos, no aportan nada, y Madrid, aportando mucho, recibe mucho más por su
capitalidad, en infraestructuras, subvenciones e impuestos de sociedades. La
legislación básica es la del Estado y la Unión Europea, y la cultura, la lengua
y la historia, son despreciadas, queriéndose sustituir con las castellanas.
La FACC perseguía la liberación nacional y social, luchando
contra el actual Estado español, favoreciendo un independentismo no estatista,
en lucha también contra la oligarquía catalana, la más reaccionaria y
españolista del Estado, y buscaba la solidaridad internacional de los pueblos
que se encontraran en situaciones y confrontaciones similares. Después de años
de preparación, se celebró un encuentro en Benaguasil (Cerdeña), a finales del
año 1985, en el cual aparte de la FACC, participaron organizaciones e
individuos de Cerdeña, Sicilia, el Friuli, Latinoamérica, universitarios de la
OLP, y se contó con el apoyo de organizaciones e individualidades que no
pudieron asistir, del Tirol, Colombia, Bolivia, los Estados Unidos, etc. Esta
Conferencia Internacional no tuvo éxito, y no duró más allá de dos o tres años,
particularmente pienso que debido, entre otros motivos, a aprobarse la
metodología insurreccionalista propuesta por los compañeros Bonanno y
Cavallieri, sin tener en cuenta que era un contrasentido que desde un marco
público legal, se optase por una metodología basada en el anonimato y la
ilegalidad, esto provocó confusión, y la inmediata represión contra algunos de
los presentes.
Desaparecida la FACC, a finales de los años 80 del siglo
pasado, Cataluña vive hoy una gran efervescencia independentista, que considero
merece el apoyo anarquista, no sólo porque es una genuina lucha de liberación
nacional, sino porque además no cuenta con los tres elementos más sospechosos y
difíciles de controlar: No se trata de un movimiento basado en argumentos
étnicos, no cuenta con ninguna motivación religiosa, y no parte de una
estructura propia de Estado. De entrada hay que suponer que los anarquistas ya
están luchando contra el Estado existente, el español, ahora hay que defender
el independentismo, sin postular el nuevo Estado catalán, manteniendo la doble
lucha de clases, contra la oligarquía de las cien familias españolas, las que
están en todos los consejos de administración con la monarquía borbónica, y
también contra las cuatrocientas familias de la oligarquía catalana, que ocupan
todos los niveles del poder económico y social. Teniendo en cuenta que los manejos
de Convergéncia i Unió, herederos de la Lliga Regionalista de Cambó, se deben a
que una mayoría de su electorado ha optado por la independencia, como única
esperanza de subsistencia, la crisis y asfixia del Estado español también está
afectando de forma amplia y dura a la pequeña burguesía comercial, las pequeñas
empresas y las profesiones liberales. Sin embargo el aparato del partido, el
sector de los negocios, junto con la Caixa, Abertis, Gas Natural, Aigües, etc.,
buscará el acuerdo con el Estado y sus aparatos, para continuar obteniendo su
cuota de beneficios. Ellos son los enemigos a batir en la lucha por la
independencia de Cataluña.
"Y a pesar de nuestra devoción por Marx y Engels, debemos de confesar que si lo tuviéramos que juzgar por sus manifestaciones externas, haciendo abstracción de los tiempos y factores de orden psicológico, diríamos que las acusaciones de Bakunin contra Marx (en lo que se refiere a la cuestión nacional) y Engels, eran mucho más justificadas que las de estos contra aquel." (Andreu Nin "Els moviments d´emancipació nacional" Ediciones Catalanes de París. Pág. 104).
Marcel-lí Reyes i Vidal
Marcel-lí Reyes i Vidal, destacado ex-militante de CNT, fundador de la FACC y miembro del Ateneu Enciclopèdic Popular.
Traducción: CompaNoTrabajes, 2013.
Nota de CompaNoTrabajes: No consideramos a Bonanno, ni de lejos, un "notable teórico" ¡Bufff!, y no nos gusta Andreu Nin, ni siquiera haciéndole la pelota a Bakunin.
La protesta independentista en Cataluña del 11 de septiembre ha zarandeado más al Estado español, que todas las Huelgas Generales habidas en los últimos años puestas juntas. Sólo por eso, es obvia cual es la posición de lxs anarquistas respecto al movimiento de liberación nacional catalán, sumariamente, con ellxs contra España y luego a la anarquía.
ResponderEliminarEso sí, alasburricadas haciendo honor a su nombre, detrás de un título políticamente correcto desde el punto de vista libertario, “Catalunya, clama por la independencia”, título puesto sólo para disimular, luego como siempre, da voz a lxs reaccionarixs españolistas camufladxs de “yo pasaba por aquí” y sus colaboradorxs frikys habituales divagando desde la inopia integral, que sirva para confundir, deformar y caricaturizar el anarquismo, y valide en lo posible los discursos derechistas tipo Rodrigo Mora, García Olivo o Prado Esteban.
Claro, ellxs no son responsables de lo que diga la gente en sus foros (…), y menos aún sobre el anarquismo que se las pela, ellxs están más a su rollo de la chiapa de Chiapas, y haciendo amiguitxs por el mundo en Venezuela, Brasil, Bolivia, con el ecoturismo solidario de temporada.
En este conflicto por su naturaleza sólo hay dos opciones, tenemos de un lado el nacionalismo catalán, abierto, multicultural y básicamente hoy, de izquierdas, y del otro, el nacionalismo español, católico, intolerante, y básicamente de derechas de toda la vida. Uno en lucha por su derecho a la independencia, y el otro en defensa de su statu quo, que mantiene desde el siglo XVII, con mayor o menor brutalidad, pero siempre con brutalidad.
ResponderEliminarLxs anarquistas no somos extraterrestres, encerradxs en nosotrxs mismxs, ajenxs a los anhelos de las personas y las luchas populares. En muchas ocasiones hemos sido víctimas del Estado español en Cataluña, y la sangre de lxs anarquistas catalanxs forma parte, y no poco importante de la memoria histórica del pueblo catalán.
Colocarse a uno u otro lado de la trinchera, es un tema de imaginación –ponerse en el lugar del otro-, cultura general y sensibilidad social. Enredarse en interminables y torpes exégesis teóricas, jugar con las palabras y divagar, será la forma de justificar estar en el mismo bando que lxs hijxs y nietxs de aquellxs que ganaron la Guerra Civil (1).
(1) Inolvidable cita del fascista meamisas Rodrigo Mora: “El credo hedonista-epicúreo que está en la base del izquierdismo crea unas personalidades medrosas, huidizas, flojas, débiles, egotistas e incapaces, que son poco aptas para la acción revolucionaria. Esto se manifestó en la guerra civil, 1936-1939, en la que la calidad humana de quienes combatieron con Franco fue, a menudo y por desgracia, superior a los que estuvieron en el bando republicano, debido a que aquéllos eran más estoicos, por influencia del clero de ese tiempo (…)”
Franco fue "superior" gracias la aviación y armas nazis que le mandó el cabrón de hitler, a los tanques, marina y sesenta mil soldados bien equipados que le mandó el cerdo fascista de mussolini, los cincuenta mil mercenarios marroquiés, la política de "no intervencionismo" del retrógrado burgués Churchil, del gobierno frentepopulista francés y resto de gobiernos basura europeos, y el quintacolumnismo de parte del ejercito republicano y la aviación. El estoicismo meapilas de falangistas, requetés y resto de basura franquista, sin la ayuda mencionada no habría ganado ni un partida de parchís. Pero si faltaban pseudohistoriadores franquistas como De la Cierva o Pío Mea, se les suma el analfabeto FRM.
EliminarLo que más destaco como síntesis del artículo es: “ahora hay que defender el independentismo, sin postular el nuevo Estado catalán”. La postura cómoda de no implicarse, mirar con desdén hacia otro lado, o ventilar el asunto irónicamente haciendo referencia al “chovinismo”, significa dar la espalda a las aspiraciones del pueblo catalán, y ser cómplice del Estado español.
ResponderEliminarDesgraciadamente Convergéncia i Unió no tardará en traicionar a lxs independentistas, como explica Marcel-lí Reyes (están muy cómodos con el sistema autonómico del que son los primeros y principales beneficiarios en Cataluña), y sumarse por activa y por pasiva, a la trinchera españolista.
ALASBURRICADAS: LA BURRICIA SIN ADJETIVOS Y EL ANARCOANALFABETISMO
ResponderEliminarLxs tardomarxistas del ecoturismo solidario por Latinoamérica de alasburricadas (y lo que caiga), nos salen ahora con un nuevo disparate para confundir y caricaturizar el anarquismo, igual que el fascista Rodrigo Mora y sus adeptxs “integrales”, con su casposo, rancio y pobre vocabulario, en un alarde de burricia atrevida, haciendo gala de aquello de “cuanto más ignorante, más arrogante”, hablan de anarco-estatistas, como si eso no fuera un absurdo equiparable a anarco-nazis, ateos-católicos, veganos-carnívoros, anarco-capitalistas, etc., alasburricadas nos trae un enjendro similar que ya tiene circulando en sus foros aprovechando la protesta de la Diada en Cataluña, lxs anarcoindepes y el anarco-independentismo.
¿Pero de qué va esa gentuza?
Ni existe el anarco-independentismo, ni el anarco-nacionalismo, ni el anarco-feminismo, ni el anarco-ecologismo, porque el anarquismo, en sus corrientes de pensamiento individualista, mutualista y colectivista, así como en la comunista libertaria, que en cierta forma integra las tres anteriores (al contrario que el marxismo-leninismo y sus derivados), siempre ha defendido la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto a la naturaleza, y la independencia de los pueblos y las personas. (1)
Y estaría muy bien que alguien les explicara de una puta vez que “municipalismo libertario” no tiene ningún misterio y que nada tiene que ver con gobiernos municipales ni listas electorales, que simplemente es el modelo de organización social anarquista de toda la vida, en el contexto post-capitalista de la sociedades de consumo actuales, explicado perfectamente por el ex-marxista y seguidor de la escuela de Frankfurt, caído del caballo después al anarquismo, Murray Bookchin (2), igual que el concepto de ecología social, en el marco de los años sesenta en los Estados Unidos fue la forma de distinguir el ecologismo anarquista, del repugnante y transversal ecologismo pequeño burgués y de partidos políticos, que por entonces empezaba a asomar la nariz.
Ecología social, si tuvieran el interés de leer la obra de Bookchin, sabrían que es exactamente lo mismo que anarquía (3).
(1) Con la excepción del machismo de Proudhon, sobre el tema es muy recomendable la lectura de “El pensamiento de P.J. Proudhon” Víctor García, Editores Méxicanos Unidos, S.A., México 1981, el capítulo titulado “Mujer, familia y sexo”. Página 247 a 263.
(2) “El anarquismo en la sociedad de consumo” Murray Bookchin. Editorial Kairos, Barcelona 1974.
(3) “La ecología de la libertad” Murray Bookchin. Nossa y Jara Editores, S.L., Madrid 1999 (la traducción es una mierda pero es lo que hay). La traducción del folleto titulado “Historia, civilización y Progreso” también de la misma editorial, es directamente ilegible de lo mala que es, y el lío que se arma la traductora.
De la entelequia conocida como “mayoría silenciosa”, decir que fue popularizada por el criminal Richard Nixon en los medios de comunicación de masas para enfrentar las protestas contra la guerra de Vietnam, y que luego la España de Franco, ya en el tardofranquismo, utilizó ampliamente en sus discursos y su Prensa del Movimiento (Medios de Comunicación Social del Estado), arrogándose representarla frente a quienes protestaban en la calle contra el régimen. Vamos, quiero decir que es un truco muy viejo y casposo a tope, por lo derechista, y que es más que lamentable que el argumento de la psicópata María Dolores de Cospedal, sea uno de los ejes del foro de alasburricadas “Catalunya, clama por la independencia” (ver pág. 67).
ResponderEliminarDe acuerdo con un comentario de mas abajo, que alguien exolique de una vez el desvario que resulta declararse nacionalistas o independentistas anarquistas.
ResponderEliminarYo puedo entender que bregar con unas ideas abatidas como hacian hace unos años es dificil y por eso se recurre al anarquismo pero siento decirles que el anarquismo ya tiene su modo de federarse mucha mas avanzado que andar reclamando una tierra para luego negar un estado.........no hay por donde cogerlo, al nacionalismo le pega mas cualquier idea totalitaria que als bellas ideas de emancipacion de la humanidad que promueve el anarquismo. Salud a losque no tenemos patria.
Totalmente de acuerdo contigo, conceptualmente, como idea filosófica y teoría política, el anarquismo no tiene nada que ver con el nacionalismo (leer Élisée Reclus). Pero eso no quita para como dice Kropotkin –aún más anarquista que nosotros-, apoyar aquellos movimientos de liberación nacional con base popular contra el Estado, atendiendo a razones culturales y sociológicas, los casos históricos, a principios del siglo XX, de la revolución en Tracia y Macedonia, o el Movimiento 1º de Marzo en Corea, son dos buenos ejemplos de ello, aunque también hay que decir que en los dos casos las cosas acabaron bastante mal para los anarquistas. En la actualidad el apoyo del movimiento libertario a la lucha mapuche contra el Estado chileno es otro ejemplo en ese mismo sentido.
ResponderEliminarEn el caso catalán, pese a no ser un proceso revolucionario ni mucho menos, si que suma a aquellos sectores de la sociedad, que por decirlo de alguna manera, cuyos valores estarían más próximos a nuestra concepción de las cosas. Como anarquistas, siempre seremos partidarios de la guerra civil, y hoy por hoy, nuestro enemigo se llama Estado español. En palabras de Bakunin “La guerra civil, tan funesta para el poder de los Estados, es, por el contrario y a causa de ello mismo, siempre favorable para el despertar de la iniciativa popular y el desenvolvimiento intelectual, moral, y aún material de los pueblos. La razón es muy sencilla: perturba, rompe en las masas esa disposición adocenada, tan querida por todos los gobiernos y que transforma a los pueblos en otros tantos rebaños a los que se apacenta y esquila a voluntad.”, y un poco más adelante en el mismo párrafo, “Además, desde el momento que el pensamiento de las masas, de ordinario dormido, se despierta sobre un punto, se extiende necesariamente a todos los demás. La inteligencia del pueblo se rebela, rompe su inmovilidad secular y saliendo de los límites de una fe maquinal, rompiendo el yugo de las representaciones o de las nociones tradicionales y petrificadas, que le habían ligado contra todo pensamiento, somete a una crítica severa, apasionada, dirigida por su buen sentido y por su honesta conciencia –que valen a menudo más que la ciencia-, todos sus ídolos de ayer.”(1)
(1) Obras de Bakunin, Tomo II “La Revolución Social en Francia”. Bakunin. Ediciones Júcar, Gijón 1980. Página 155